martes, febrero 27, 2007

Sueños??

Alguna vez has tenido un sueño que pareciera no serlo? Cómo si se tratara de alguna otra cosa, un recuerdo, una película o simplemente un fogonazo de luz...
Hace algunas noches tuve uno de aquellos sueños "especiales" que no puedes definir, que aún cuando sabes que sólo son sueños tienen un color, una luz, un olor y una textura distina, casi real; pareciera que te impregnas de ellos como de un perfume. No creo poder explicar que me provocó, menos aún poner en palabras lo que aún siento, lo único que realmente puedo hacer es... Contarlo:
"<<Me encontraba en una pieza grande, familiar. Al principio no la reconocí, pero luego de mirar a mi alrrededor me dí cuenta de que se trataba de el Living de mi casa, debó admitir que algo más esfumado.
Unos momentos después entra mi hermana a escena, parecía enojada, con esa mirada cargada de emoción, como si hubiese cometido un delito capital en su contra y que me fueran a cruxificar por ello. Se acerca con paso firme y me entrega un colgador con ropa, más bien me lo tira a las manos, mientras continúa murmurando cosas inintelegibles y se aleja en dirección a la cocina de la casa. Al parecer mi madre se encuentra allí, y algo discuten acaloradamente, pero no es una discusión entre ellas sino contra mía.
Al bajar la mirada y ver que contenía el paquete tan despectivamente entregado, me doy cuenta de que se tarta de un traje de novia. Al parecer de Mí Traje de Novia!!! Era de un tono crema casi sepia, en un modelo que me recordo la ropa del siglo XIX. Tenía cuello alto de encajes abotonadohasta la pera, mangas ajuntadas al antebrazo y también abotonadas. Al ponermelo me dí cuenta de que era largo y me quedaba una o dos tallas más grandes.
Busque a mi hermana y mi mamá, quería decirles que me quedaba grande y que no podía ponerme eso en mi matrimonio, que me daba vergüenza . En ese momento mi miraron como si no me conocieran, y me dijerón que actuaba como si hubiese olvidado que ese día me casaba. Creo que no es necesario explicar la sensación que me lleno, ese escalosfrío que sube por la columna y te sacude hasta la médula, la certeza de que algo no está bien y que va a terminar peor aún.
Lo siguiente que recuerdo es estar en un auto antiguo junto con mi hermano mayor. Él tenía las manos cubiertas de grasa, la ropa desordenada, pero por alguna razón estaba alegre. Me había sentado adelante en el lado del copiloto, y aprobechaba ese momento para pintarme, tratando en vano de arreglarme.
En ese proceso estaba cuando me doy cuenta de que el auto se está deteniendo, y que mi hermano mira por la ventanilla como si buscara a alguien. Sonreía. Creo que hace mucho que no lo veo sonreír de esa manera. Al mirar por la ventanilla me doy cuenta de que una muchacha se acerca lentamente, viste pantalones negros y un chaleco a rayas gruesas, negras y grises, cabello castaño corto. Ella también sonríe. Se sube al auto en el lugar del copiloto, mientras yo ocupo el asiento trasero.
Nos dirigimos a la iglesia. Al llegar me doy cuenta de la cantidad de gente y de la formalidad con la que todos se encuentran vestidos, mi Novio al lado del altar. Tan arrogante y confiado, tan feliz. Y yo su "novia" tan angustiada, tan triste... >>" Desperte.
Aún no puedo entender el porque de este sueño. Sé que suena raro, pero creo que es algo más que un simple sueño, que de alguna manera me están intentando avisar de algo, algún peligro o tristeza que se aproxima. No sabría decir si se trata de algo que me sucederá a mi o a alguna otra persona, pero necesito que alguien me lo traduzca al español... a un lenguaje en el que entienda lo que quieren decirme, lo que me avisan. Malditos susurros!!!
Creo que no me estoy explicando bien, pero para eso necesitaría contarte demasiadas cosas y aún no estoy lista para ello. -Mmm..-
Necesito un Locólogo que me desenrrede la neurona, y me pueda explicar el ¿por qué? de todo lo que me está pasando, o al menos una parte de ello :P Pero, eso es pedir demasiado.

jueves, febrero 08, 2007

Vacaciones: El Regreso.

Hace algunos días, más bien cerca de un mes que estoy intentando resumir lo que fueron mis vacaciones. Ya sabrás que no es parte de mis cualidades la capacidad de resumir lo que quiero decir, menos aún el poder relatarlo con algo parecido a un intención, sólo me limito a contar aquello que todavía se encuentra en mi neurona dando vueltas.
Los días se iban deslizando lentamente, sin prisa alguna. Sé que en alguna parte de mi mente se encontraba oculta la fecha en la que debíamos emprender el retorno, pero por alguna razón que aún no logro comporender, me resistía a recordarla permanentemente, simplemente teníamos qeu volver.
Con esa sensación el el estómago, disfruitamos los últimos días. Y he de decir que hay algunas cosas que No vuelvo a repetir! No estoy tan loca, es que se me ocurrió que no puedes haber pasado tiempo frente a un lago y no haberte bañado nunca en él, con eso en mente se me ocurrió la brillante idea de meterme al Lago. - No te rías.-
Te imaginas lo que sucedió a continuación. Sí, esta hadita caminando lentamente entre las piedras de la orilla camino a esas aguas cristalinas que besaban la playa, sin pensar en que el agua estuviera helada.
¿Helada? Que digo, estaba CONGELADA. Y yo en la mitad del Lago tiritando hasta el punto en que castañetean los dientes, prometiendo a quién quisiera oír que nunca más lo haría, mientras me preguntaba quién me había dado la brillante idea de meterme en ese Lago y por qué ninguno de mis compañeros de camping me dijo que estaba tan fría?
Cuando finalmente logre salir de esas aguas, el resto estaba doblado de la risa en la playa recordando lo que habían oído, además de ver mi cara y oír el ruido de mis dientes al chocar entre ellos, no puedo decir que me comportara de manera digna, menos pasar desapercibida.
Luego de este "jocoso" incidente, nos preparamos para comer, concietes de que al día siguiente deberíamos retornar a este bosque.
El día del Retorno, nos levantamos algo más temprano que el resto de los días, tomamos desayuno y comenzamos a desmontra la población callampa que teníamos. Te imaginarás la odisea de intentar que la ropa entrara en los bolsos, las carpas en las cajas, pero lejos lo más díficil de guardar fuerón los sacos... Es que sin importar cuanto nos esforzáramos por plegarlos, no lograbamos que volvieran a entrar en las bolsitas de las que los sacamos. Peleas, miradas que matan, tirones y ningún resultado, lo que se unido al genio de mi querido Caballero Andante, quien no se caracteriza precisamente por la paciencia, hizo de esos momentos uno de aquellos en los que piensas seriamente en no volver a repetir la experiencia, claro que no duro mucho. Lo sé soy fácil y me vendo barato, pero no hay nada que pueda negar frente a una barra de chocolate, Jejejejeje!!
Nos subimos al auto cargado como si fuéramos a mudarnos permanentemente, nos despedimos de los luagres que nos acogierón y giramos la proa de nuestra nave en dirrección Norte, de vuelta a Santiago. No puedo negar que el trayecto no fue el más agradable, y es que como buena hadita que soy quería entrar a recorrer todos aquellos lugares que se insinuaban en el camino, lo cual me fue brutalmente negado por el capitán de barco, razón más que suficiente para que esta niña se taimara y guardara silencio sepulcral por casi todo el trayecto de vuelta, qué agradable compañía era en ese momento, no crees??
El camino me lo dormí casi todo y cuando veniamos entrando a los deslindes del Bosque, me digne a abrir mis lindos ojitos. A esas altura ya no me acordaba del motivo de mi enojo, así que me desenojé e intercambié palabras con los demás, claro que sin reconocer que ya no recordaba lo que originó mi taimada.
*Shhh!!! no se lo cuentes a nadie, porque lo voy a negar hasta la muerte.

Vacaciones: La Travesia

Hace pocos días que volví de vacaciones. Fuimos al Lago Villarica, y he de reconocer que es la zona más austral que conozco.Nos fuimos un Martes de mañana, y el auto parecía llevar la mitad de las cosas de casa, entre la bruma de un día que asombrosamente parecía de otoño. Lentamente fuimos acercandonos a la panamenricana en dirrección al sur. El viaje prometía ser largo y cansador, más aún cuando tienes que trabajar en el camino, pero la esperanza de conocer nuevos rincones de Chile y ver un paisaje verde esmeralda, fuerón suficientes para llenarnos de ilusión.

*Nota: Hablo en plural por que no fui sola, sino con mi Caballero andante y con el Piojo.

Al acercarnos a Los Saltos del Laja nos desviamos de la carretera para verlos, realmente para que yo los viera.Dejamos estacionado el auto, cruzamos un puente para encontrarnos frente a frente con aquel grupo de cascadas. De alguna manera mientras la miraba a la distancia me recordaron a Fos de Iguazú, ya se que hay que guardar las proporciones y las diferencias de entorno, pero ese río color turquesa que me invitaba a bañarme, y el sonido estruendoso del agua al caer me llenarón por dentro. Obviamente sacamos el set de fotos correspondientes y nos acercamos todo cuanto pudimos caminando, por lo que recibimos una agradable ducha fría... Al menos ya hacía algo más de calor.
El camino continuaba por delante y el paisaje ya nos indicaba que dejabamos la zona central para adentrarnos en el sur de Chile. -Sé que sueno a propaganda del SernaTur, pero era mi primera vez y espero que no sea la última, jejejeje.- Los bosques iban apareciendo y los prados de trigo y pasto se sucedían uno tras otro, al igual que las vacas y las ovejas.LLegamos al cruce con Freire, la distancia se acortaba y faltaba menos para llegar a nuestro destino. Fue entonces, cuando por una carretera casi rural, el paisaje cambio definitivamente...
A lo lejos y frente nuestro se alzaba el Volcán Villarica, de alguna manera me recordó a los faros que guían el camino de los barcos a un puerto seguro, mientras a nuestro alrrededor se apretaban los bosques de Coigues y Canelos, en ese momento lo único que me preocupaba era poder tener una oportunidad de recorrerlos y llenarme de ellos.
En un abrir y cerrar de ojos, ya entrabamos en Villarica, pequeña ciudad con sabor a pueblo. La verdad es que a esas alturas del viaje sólo quería poder bajarme del auto y estirar las piernas, pensando ceriamente en no sentarme en un buen rato, pero aún faltaba algo de camino por recorrer. ¿Te has dado cuenta lo largo que se hacen los últimos kilómetros para llegar a algun lugar?? Bueno en esta oportunidad tuve plena conciencia tanto de los kilómetros como de los músculos que tengo en el trasero.
Y al fin llegamos, pero aún nos quedaban cosas por hacer antes de poder disfrutar de aquello que nos rodeaba. Y es que apenas llegamos nos bajamos del auto y comenzamos a descargarlo, primero la Carpa (Sí, fuimos en carpa, pero no te rías o no te cuento más :P).Ya te imaginas mi gran aporte. Yo, que la última vez que ví una carpa fue hace más de 10 años, bueno me tocó no sólo reencontrarme con ellas sino que armarlas, por suerte mi querido Caballero Andante tiene gran experiencia en ello, porque tuve que reconocer que no sirvo y limitarme a simplemente no estorbar, lo cual no me importó lo más mínimo, jejejeje. Luego de acomodar todo aquello que llevabamos pude admirar el lago.
Qué quieres que te diga? Parecia un espejo de agua cuando lo mire por primera vez, calmo y transparente, claro que esa imagen no duró mucho tiempo, pero en esos momentos era... El epítome de la tranquilidad. Y al fondo, cual gigante con sienes de plata, el Volcán Villarica.Uf!! Las noches cuajadas de estrellas, y el volcán encendido de rojo en la cumbre, era la última visión del día. Las noches pacíficas y arrulladas por el sonido de los grillos y de las olas del lago, fuerón el bálsamo que necesitaba. He de confesar que extrañe mi cama y a mi gente, pero que una vez reincorporada a la máquina que llamo vida cotidiana, hecho en falta aquella paz, aquellos sonidos y la posibilidad de ser siempre... YO!!