Los últimos momentos

Creo que les he contado qeu mi madre se marcha. Y para aquellos que no lo sabían se los cuento: ¡Mi madre se marcha al otro lado de charco!
Se va por buenos motivos: ver a los demás miembros de éste clan, por tres meses.
Sé que no es mucho tiempo, sin embargo de sólo pensarlo me duele la guata y se me aprieta el corazón, es algo parecido a la sensación de que "te pateen", "te boten" o "te cambien por otra", ¿me entienden?
Y el gran día es mañana, a estas horas ya ira rumbo al puertos catalanes, dejando tras ella a esta hada llorona. Sé que debería ser considerada y desearle los mejores deseos, pero soy una gran egoísta y no puedo, por lo que sólo me concentro en aquello que puedo: Mí abandono!!!
Quedan apenas unas horas y se va. Reconozco que en más de una oportunidad a lo largo de mi vida recé por que se fuera lejos, pero ahora que lo va a hacer me arrepiento de cada una de las ocaciones en las que lo pense, soñé o grité, en alguno de los no poco frecuentes momentos de rabia. Sí, soy una hada gruñona, que por todo salta y a la que por suerte, duran muy poco los enojos los que son muy seguidos.
De momento me contento con comer grandes cantidades de chocolate y de consumir posiones mágicas (más conocido por alcohol), que eviten que piense en su próxima partida, centrándome en las cosas buenas: como los regalos que traera de vuelta, las fotos y anécdotas que tendrá para compartir conmigo. Claro que por mucho esfuerzo que le he puesto en el último tiempo no ha sido suficiente.
Tal vez sea una de esas hadas que no es capaz de ver el vaso medio lleno, sino sólo medio vacio. Claro que eso no es muy alentador, pero en el camino espero poder cambiarlo o sueño con poder hacerlo.
Pobres mortales que me han tenido que soportarme en éste tiempo, no se han encontrado con el mejor de mis genio, mucho menos con la energía que suele caracterisarme. Sólo un ogrito gruñón disfrazado de hada... o peor, que se cree hada.
Sólo uans horas más y al aeropuerto... Mañana les cuento que tal me fue. Besillos.