miércoles, enero 10, 2007

Vacaciones

Me invitaron de vacaciones a el Lago Villarrica. Sé que debiera estar feliz, es una oportunidad de conocer el sur de Chile y poder salir de Santiago, lo que realmente me hace falta. Pero, como buena mujer no basta con eso, por que mis demonios personales o, como les llama mi caballero andante "exceso de tiempo libre", no me dejan en paz.
Se supone que nos vamos a una camping, lo que se traduce en carpas, bichos, piedras y baños a un kilometro de distancia. Reconozco que mi espíritu aventurero está más cercano a la comodida de una cama calentita, un baño limpio y a pasos de mi pieza y una cocina.
La verdad es que me da algo de miedo. No he pasado mucho tiempo con mis acompañantes, y las experiencias pasadas no han sido tan buenas como para aceptar de buena a primeras.
¿Qué hacer?
Mmm... Por el momento pensar y aprovechar de ir a almorzar. Tal vez con la guatita llena y algo menos de calor sea capaz de pensar en algo, tal vez una solucion.